jueves, 31 de marzo de 2011

El fin del mundo


2012 está cerca, cuentas las profecías de los mayas (esos cabrones se metían en todo) dicen que llegará el Apocalipsis el año que viene. Según la traducción exacta y literal de las escrituras, el mundo será atacado por una lluvia de cabras solares acompañadas de hierbas místicas que provocarán una humareda enorme al crearse una combustión espontánea en su entrada a la atmósfera terrestre.
Los cuerpos de los seres vivientes arderán en las llamas sagradas y los bosques se quemarán inminentemente, los chillidos de las grandes bestias ensordecerán el llanto de aquellos heridos que aguardan la muerte más que otra cosa. El cielo se oscurecerá, las nubes de vapor dejarán paso a otras más grandes de tóxico monóxido de carbono, bajo el agua no se salvarán tampoco, al no haber luz y cada vez menos oxígeno, el plancton morirá, los grandes cetáceos desaparecerán poco a poco, muriendo de hambre. El océano entero será como un gran cuerpo gangrenado al que no se le podrá amputar la parte afectada, ya que la parte afectada es todo, desde los más microscópicos seres hasta las colosales ballenas.
El planeta entrará en un caos total, el meteorito que acabó con los dinosaurios resultará una nimiedad al lado de todo esto, los efectos llegarán hasta el centro de la Tierra, afectando el núcleo terrestre, aumentando su temperatura cientos de grados, provocando erupciones de volcanes por toda la superficie terrestre, un infierno en la tierra. Todo esto ocurrirá el año que viene, así que a vivir la vida, panda de sucios ignorantes, vagos y apestados de mierda, y así aprovecháis algo antes de que la Tierra implosione y acabe todo yéndose a tomar por el más putísimo culo.
Los mayas eran hombres muy sabios, y hemos transcrito sus profecías para que la gente esté enterada de lo que sucederá tarde o temprano, y se prepare, pero no para la supervivencia aquí, sino para hacerse una idea de lo que les espera en el otro mundo, si es que lo hay.

viernes, 25 de marzo de 2011

Los delfines son tiburones gays


Recientes estudios han demostrado lo que muchos de nosotros creíamos desde un principio, los delfines, esos seres tan inteligentes y amables al parecer, son tiburones gays que evolucionaron hasta llegar a lo que son ahora.
La historia de la evolución fue tal que así: hace millones de años, algunos tiburones empezaron a pavonearse como reinas por el fondo marino, al principio se creía que sólo eran metrosexuales, usaban cremas y en ocasiones se maquillaban, pero inevitablemente empezaron a tener conductas homosexuales con otros tiburones, en plan “ven que te muerdo la aleta, pirata”, y esto los tiburones, siendo tan machos y heteros como suelen ser normalmente, lo rechazaban.
El rechazo y repulsión de los propios escualos era tal, que incluso fueron torturados y obligados a cambiar de especie, pasando de ser peces a mamíferos. Hoy en día coexisten ambas especies, aunque unas por un lado y otras por otro. Los tiburones siguen su vida solitaria de macho cabrío en el mar, mientras que los delfines andan en manadas, para así poder empezar sus orgías y festivales gays cuando les venga en gana, ya que la promiscuidad es una de sus características destacadas.
También celebran el llamado “Día del orgullo delfín”, donde todos los delfines se visten como putas (culpa de los padres) y dan rienda suelta a sus fantasías más oscuras y húmedas, se pintan y maquillan, y por supuesto beben.


Los tiburones y los delfines a veces se cruzan en medio del oceáno y entonces sus miradas se cruzan, los escualos con una mirada asesina como sólo ellos saben, y los delfines con una mirada entre molesta y lujuriosa, lo que pone de peor humor a los tiburones. Ya hemos visto muchas veces luchas y peleas entre ambos, como por ejemplo en la película Flipper, donde un delfín, maricón como él solo, se enfrenta (con intenciones eróticas) a un tiburón martillo que simplemente pasaba por ahí. Y esto es todo amigos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El Chupacabras


Seguro que todos nuestros lectores han oído hablar de este ser sin parangón, que sin embargo nunca nadie ha visto, por lo tanto debe de representarse con dibujos de mierda como el de la imagen de arriba, la gente tiende a imaginárselo como una especie de bicho mitad duende mitad murciélago o algo con dientes afilados para poder desgarrar gustosamente la piel y carne de las pobres cabras, inocentes ante este ente misterioso.
Al tratarse de tan efímero y esquivo ser, nadie sabe exactamente dónde habita, ni si hay varios de su especie trifulcándose y merendándose cabras, así que igual hay un chupacabras detrás de tu jodida puerta del armario y ni siquiera lo has visto, y como pilles olor a cabra no lo cuentas, igual que la abuela de Adolfo tras caerse por las escaleras del hospital (todos insistían en que el suelo estaba mojado, pero yo creo que se trató de un asesinato premeditado).
A pesar del miedo incondicional que tienen muchas personas a esta especie de subser, para los humanos suele ser inofensivo, incluso un poco tímido, de ahí que algunos testigos intentaran dialogar con él, el diálogo fue tal que así:
-Testigo: eh ¿tú eres el chupacabras?
-Chupacabras: sí.
-Testigo: ¡pues chúpame esta!
-Chupacabras: jo... (con la cabeza baja)
Y el animal acabó huyendo con el rabo entre las piernas antes de que el testigo y su acompañante le hicieran un hara kiri totalmente gratuito y fuera de IVA.
Más o menos esta es la historia del chupacabras, ser misterioso donde los haya, y así se la hemos contado.

El triángulo de las Bermudas


Seguro que todos habéis oído hablar de este fenónemo de la naturaleza, inquietante donde los haya, y que ha dado lugar a muchas leyendas y creencias de la gente, reduciendo en un 45,23% el turismo a las Bermudas.
Cuenta la leyenda encontrada en una galleta de la suerte de un resturante chino de una esquina al lado del Starbucks, que todos los vehículos, véase barcos, aviones, submarinos, triciclos, coches anfibios y kayaks que pasan por cierto segmento del mar que rodea el archipiélago sencillamente desaparecen sin más, como si Cristina Tárrega abriera la boca de par en par y se tragara todo a su paso cual aspiradora industrial.
Sin embargo muchos gobiernos no dudaron en aprovechar todo este rollo y decidieron usar las Bermudas como contenedor particular, “ya que todo desaparece sin más, ¿qué importa?” decían. El destino de todo lo que desaparece en esa zona es otro gran misterio sin resolver, unos dicen que acaban en otra dimensión, otros dicen que en el centro de la Tierra, otros dicen que en la fábrica de McDonald’s (sí, McDonald’s es una puta fábrica), etc. Pero tenemos en primicia la grabación de una caja negra de una avioneta perdida allí, el diálogo es el siguiente:
-Gilipollas: Eh Jony, pásate lo que sea que estés fumando.
-Jony: Primero déjame catar esta buena mierda, la sensación de pilotar con esto es única.
-Gilipollas: Eres un hijo de un container lleno de putas clamídicas.
-Jony: Tío tío tíiiio, qué vistas más coloridas... siento que hasta el mar me traga.
-Gilipollas: Ya ves.... oye ¿este botón para qué sirve?
- Pérdida de conexión...